martes, 26 de febrero de 2013

El simbolismo de los grafitos en el muro del antiguo hospital de la Santa Creu


El número 7
Aunque no se trata más de siete moradas en cada una de éstas hay muchas, en lo alto, en lo bajo. A los lados, con lindos jardines y fuentes y laberintos
Teresa de Ávila 

El número siete, representado como un triángulo invertido con cuatro puntos que hacen la base, dos en medio del triángulo y uno el vértice invertido (en la parte superior izquierda de la imagen) es uno de los grafitos que se encuentran a la entrada de la pared del antiguo Hospital de Santa Creu en Barcelona, y que explica algo del devenir de los personajes femeninos de El magnetismo del viento nocturno.


Número que representa también (porque como verán en el artículo que enlazo sus significados son múltiples) el mes lunar ya que siete, los días de la semana, multiplicado por el 4 de la base, hacen los 28 días del ciclo femenino.
Ver más información en el artículo de Eduardo Tejero Romero titulado "El siete, número cósmico y sagrado. Su simbología en la cultura y rendimiento en el Romancero".

El número 4, símbolo de Júpiter
Sobre el sillar siguiente, a la derecha, aparece el número 4, símbolo de Júpiter. En época romana se lo encuentra en las recetas de los antiguos médicos y alquimistas y en algunas notas de los astrólogos para invocar ayuda divina, protección.


Padre de todos los dioses, Júpiter es símbolo del espíritu divino de toda criatura que viene al mundo.

La letra g y la serpiente
Si volvemos a la fotografía vemos, en el mismo sillar y hacia el centro, una letra g, y en la siguiente piedra, a la izquierda, una serpiente erguida. Según la iconología la letra G de la estrella pentagramática se ha graficado también con la figura de una serpiente. Esto presenta varias vertientes simbólicas. En primer lugar, la tradición masónica enseña que en el Pentalfa de la Estrella Flamígera debe poder dibujarse un hombre, y sus genitales deben coincidir con la ubicación central de la “G”. Esto alude directamente a la idea de “génesis” y/o “generación” como “centro creador” y su manifestación como “fuerza creadora”; y por esta simbólica se la asocia, a su vez, con la serpiente del Libro de Génesis. Para la antigua cultura hebrea, la serpiente simboliza el deseo humano de “ser como Dios”, de robar el fuego y la sabiduría divinas al modo de Prometeo, ideas que se hallan muy extendidas en la Kabaláh Hebraica, cuyas enseñanzas esotéricas se insinúan precisamente en el relato de la gran tentación ofrecida por la serpiente edénica a Eva.



También en la Cábala, aunque no en sus primeros niveles de estudio y comprensión, sino en el más profundo nivel de SÔD, la serpiente es otro símbolo de SHEKYNÁH, el aspecto Femenino de Dios, su componente generador, su sabiduría y su “LOGOS”; la cual se separó por el desgarro de la Creación y se halla desterrada en la órbita del mundo material a la espera de la reunificación final. 
Para el simbolismo de la letra g en la masonería ir al siguiente enlace.


1 comentario:

  1. Admiro cómo consigues combinar la Historia con los grandes temas vitales del individuo y nos haces fijarnos en los detalles más ínfimos que quedan como huella del pasado.

    Gracias, Elsa.

    ResponderEliminar